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El dióxido de carbono (CO2) es un gas incoloro e inodoro  compuesto por un átomo de carbono y dos de oxígeno  en enlaces covalentes. Realmente el CO2 forma parte de la naturaleza y es indispensable para la vida en la Tierra. De no existir el CO2 las plantas no existirían, ya que éstas lo necesitan para realizar la fotosíntesis. El CO2 no es realmente un tóxico, en el sentido de daño o envenenamiento por inhalación, ya que realmente es un gas que los seres vivos exhalan en su respiración. Se encuentra de forma natural en el aire ambiente en concentraciones que varían entre 300 ppm a 550 ppm dependiendo de si  medimos en entornos rurales o urbanos.

El CO2 produce el desplazamiento del oxígeno y en concentraciones altas, de más de 30.000 ppm,  puede producir asfixia. En aire interior el CO2 es un gran indicador de la calidad de aire ya que actúa como chivato de la renovación de aire. Es sabido que a partir de concentraciones de más de 800 ppm en entornos laborales, se comienzan a producir quejas debidas a olores.

Efectos en la salud:

El principal efecto que produce el CO2 es la asfixia por desplazamiento del oxígeno, pero esto se produce por concentraciones muy altas capaces de desplazar el oxígeno y reducir su concentración por debajo del 20%. En concentraciones altas, cercanas a la 30.000 ppm, puede causar dolores de cabeza, falta de concentración, somnolencia, mareos y problemas respiratorios. En entornos laborales, como oficinas, se comienzan a tener quejas de olores a partir de las 800-1000 ppm.

Colegios y CO2Es importante señalar que las personas con problemas de asma o SQM deben proveerse de un aire con bajas concentraciones de CO2.

Un grupo a tener en cuenta especialmente son los niños en los colegios. En España no hay normativa que regule el nivel de CO2 en los colegios, como si lo tienen por ejemplo en Francia, y es bien conocida la relación entre el bajo rendimiento escolar y los altos niveles de CO2. Además los niños debido a su metabolismo y actividad producen mucho más CO2 que los adultos.   

Principales Fuentes:

La principal fuente en ambientes interiores es la respiración humana. Se deben considerar otras posibles fuentes debidas a combustión en casos de altos niveles de concentración. 

Niveles habituales:

Los niveles habituales que podamos encontrar en un ambiente interior estará relacionado con las diferentes variables que afectan a este factor como son: Niveles en aire exterior, fuentes interiores, niveles de ocupación y tasas de ventilación.

En la legislación existente no hay un valor concreto que se dé como bueno. Existen diferentes recomendaciones y valores límite ocupacionales. En el RITE por ejemplo en función del nivel de calidad de aire exigible al local los valores de concentración van desde las 400 ppm hasta más de 1.000 ppm. El valor límite de exposición profesional para exposiciones de 8 horas que vemos en las Guías del INSHT es de 5.000 ppm si bien este valor no se puede aplicar a entornos no industriales. Recordemos que en espacios como oficinas a partir de 800 ppm se producen quejas por olores y se recomienda no superar las 1.000 ppm.

Lo ideal es que el cociente entre exterior e interior sea lo más cercano a 1 posible.